Posted on May 30 2020
Roberto Miranda nos habla de sus anécdotas como surfista y nos cuenta como se inició en este deporte.
Surfing Costa Rica - Roberto Miranda pionero del surfing costarricense.
En la actualidad hablar de surfing en Costa Rica y no conocer nuestras verdaderas raíces es bastante atrevido, el surf en los años donde todo inició posee verdaderos guerreros, con historias a resaltar.
Eso trataremos de hacer en esta nueva sección que hemos denominado “Old is cool”. En esta oportunidad les traemos un personaje con una gran historia y sin duda alguna, un pionero del surfing costarricense. Hablamos de Roberto Miranda, que en esta nota nos compartirá un poco de sus vivencias en aquellos tiempos como surfeador.
¿Cuándo comenzaste a surfear y por qué?
Eso fue hace más de cincuenta años a finales de los años sesenta, actualmente a mis 69 años de edad continúo surfeando y aún lo hago con tabla corta, me he caracterizado por ser un aventurero al que le encantan los retos.
Todo inicio porque un día vi a unos surfos californianos en Boca de Barranca, ellos habían llegado en un velero e inmediatamente me enganche con el surf hasta el día de hoy y espero que por muchos años más, hasta que el cuerpo aguante, porque la pasión existe.
Surfing Costa Rica - Roberto Miranda surfeando Boca de Barranca.
¿Cómo era surfear en aquellos tiempos?
Para nosotros era algo totalmente desconocido, así que todo había que experimentarlo por nuestra propia cuenta, las tablas eran de una sola quilla y fija, el leash no se había inventado, no teníamos cera y teníamos que usar parafina de candela y para que se pegara teníamos que raspar el brillo de la tabla. Usábamos el vestido de baño de nadador, hoy conocido popularmente como “tanga”, las licras tampoco existían, es decir, equipo de surf no existía.
Un dato curioso con relación al leash es que como no existían podíamos perder la tabla y teníamos miedo a las fieras marinas (tiburones), pero aún con tantas dificultades era fascinante, jamás imaginábamos que llegáramos a ser tantos surfers y que se pudiera vivir del surf.
¿Qué dificultades tenías para surfear en ese momento?
La mayor dificultad era llegar a la playa, por ejemplo, la más cercana era Boca de Barranca y se necesitaba viajar cinco horas en carro, pasando por el centro de todos los pueblos en una ruta que involucraba a Heredia, Alajuela, Tacares, Grecia, Sarchí, Naranjo, Palmares, San Ramón, luego Cambronero, llegabas a Esparza para finalizar en Barranca y eso lo teníamos que hacer todos los fines de semana, realmente era maratónico, pero la pasión por el surf lo recompensaba.
Surfing Costa Rica - Roberto Miranda surfeando Boca de Barranca.
¿Cuéntanos un par de anécdotas de aquellos días?
Claro, historias hay muchas. Por ejemplo, una vez en el año 1973 alguien me habló que en Jacó el mar era muy bravo y que posiblemente era un buen lugar para surfear, entonces decidí ir a investigar y llevar mi tabla para surfear. Pero como yo salía del trabajo al medio día a esa hora tuve que salir de San José, con mi esposa y mi primer hijo que estaba de meses de nacido, entonces cuando llegamos a pasar la balsa del Río del Tárcoles esta ya había dejado de operar y volvía a dar el servicio hasta la mañana del día siguiente. Despues de hacer señales para tratar de que la balsa viniera por nosotros y no lograrlo, le propuse a mi esposa que durmiéramos en el carro, situación que no acepto y me dijó que fuéramos a un hotel, pero no existían hoteles en el camino y la solución era devolverse hasta San José de nuevo. Entonces tome una última decisión para poder seguir el viaje, y fue cruzar de noche el Río Tárcoles a nado y cuando llegué al otro lado del río el balsero me regañó por hacer semejante locura y me informó que el río estaba cargado de cocodrilos y por dicha nos hizo el favor de ir a recoger el carro con la balsa y pasar el río sanos y salvos.
Otra anécdota que puedo mencionar fue para el año de 1980, que fue mi primer viaje a surfear Pavones. Un viaje muy largo cruzando el Cerro de la Muerte por caminos difíciles, llegando a Pavones faltando unos diez kilómetros tal vez un poco más, se nos pegó el carro y pese a ser 4 x 4, un barrial enorme causó el no poder seguir avanzando en el carro y tuvimos que salir por las ventanas y caminamos por alrededor de cinco horas para poder llegar a Pavones donde no habían hoteles en aquel entonces y tuvimos que dormir por tres noches en el corredor de una casa donde muy amablemente nos dejaron poner nuestras cosas y pasar ahí las noches, sin embargo, pudimos surfear olas de categoría mundial en un viaje que nunca olvidaré. En relación al carro este lo sacamos días después con un tractor de oruga. Mis compañeros de aventura en este viaje fueron Álvaro Vizcallino y Marco Bonilla.
¿Cómo han cambiado las cosas al día de hoy?
De los años setenta a la actualidad tenemos una Costa Rica muy diferente, hoy en día es más fácil el acceso a prácticamente todas las regiones costeras de nuestro país, ahora hay hoteles, restaurantes, gasolineras, puentes que cruzan los ríos y empresas turísticas que te llevan a los puntos de surf que no tienen accesos por tierra.
Tenemos fabricantes de tablas de muy buena calidad, ventas de accesorios y si necesitas un guía o profesor de surf los encuentras con facilidad. Una de las cosas que más me impresiona del cambio que hay en Costa Rica y me alegra mucho por los que se deciden hacerlo es que desde hace bastantes años el surfeador que desea forjar su vida a través del surf puede realizarlo, porque hay oportunidades de estudio y trabajo en las zonas costeras del país donde haya turismo.
Surfing Costa Rica - Roberto Miranda surfeando en alguna playa costarricense.
¿Qué consideras debería haber hoy en día en el surfing nacional?
El surf se ha convertido en Costa Rica en una industria muy importante para la economía del país, creando puestos de trabajo para surfeadores y no surfeadores, estos puestos de trabajo deben ser ocupados por costarricenses o por residentes con papeles en regla, no por extranjeros aventureros que están de paso y que no cotizan con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) ni pagan impuestos, debemos denunciar estos casos y con esto estamos cuidando nuestros derechos y protegiendo la economía del país.
Danos un mensaje para las nuevas generaciones.
Vivimos en un país privilegiado con la posibilidad de surfear todo el año ya sea en el Pacífico o en el Caribe, con puntos de surf de categoría mundial y hermosas playas y parques nacionales de exuberante vegetación. Mucho nos ha costado a los costarricenses llegar a donde estamos sigámoslo cuidando y exigiendo a los que nos visitan y a los que se vienen a vivir a Costa Rica que deben ayudarnos a cuidarlo como lo hemos hecho los ticos.
Redacción: Enrique Hernández
Dirección General: Marco Montero
UN HERMOSO REPORTAJE, PERO YO QUE HE COMPARTIDO MUCHOS SITIOS CON ROBERTO DESDE LOS 80’, SON MUCHAS LAS ANECDOTAS QUE TENEMOS..
ROBERTO ES UN ATLETA DE ALTO RENDIMIENTO, ES LA PERSONA MAS AVENTURERA, DEPORTISTA A TODO DAR, SUPER VALIENTE Y EXC SURFER. AMANTE DE LA NATURALEZA, DEL MAR SUS OLAS Y ENAMORADO DE COSTA RICA Y SU GENTE. ES MUY PASIVO, TRANQUILO, Y MUY ACUANIME, NUNCA LE HE ESCUCHADO HACER ALGUNA CRITICA MAL INTENCIONADA, SIEMPRE MUY HONESTO Y MUY RESPETUOSO. AMANTE DE SUS HIJOS, UN PADRE EJEMPLAR, Y COMO AMIGO UN 10
Es importante este reportaje para conocer a uno de los primeros surfeadores de Costa Rica, que todavía se encuentra compitiendo, son pocos los de esa época que están activos. Roberto Miranda es un ejemplo de la constancia y dedicación al deporte. Saludos cordiales que tengas